Thursday, 19 May 2022

Citas sobre el lenguaje-Sara Torres

 "Todas las metáforas de la emoción son antiguas [...] en el momento más denso del deseo, cualquier palabra que se me viene a la cabeza está manchada de algún modo con la historia de las palabras que los hombres dijeron de las mujeres. O las que las mujeres dijeron de sus niños."

Lo que hay. Sara Torres

Saturday, 30 April 2022

Saturday, 2 April 2022

Citas sobre el lenguaje- Siri Hustvedt

 "Para mí la clave está en usar siempre la primera persona. Tengo objeciones al autoritarismo de la tercera persona. Es como si existiera una voz que viene impuesta desde lo alto. Esto vale tanto para las humanidades como para las ciencias. Jürgen Habermas decía que la ciencia quiere purificar y limpiar su discurso de todo valor subjetivo, que es una forma de polución, pero no estoy de acuerdo. No es que no reconozca que el lenguaje es una realidad compartida o que el yo sea algo aislado, pero es una manera más flexible de abordar el mundo real."


Babelia
. El País. 2/4/2022

Wednesday, 9 March 2022

El sexismo que leemos en las camisetas

Camiseta masculina y camiseta femenina. FrameKings y Aaron Weiss / Unsplash
Lorena Pérez Hernández, Universidad de La Rioja and Iraide Ibarretxe-Antuñano, Universidad de Zaragoza

El café de aquella mañana se nos quedó helado. ¿El culpable? Un tweet de la escritora Kate Long que denunciaba el sexismo de las camisetas infantiles de Primark.

Las que firmamos este artículo somos madres y lingüistas. Automáticamente, las dos corrimos a los armarios de nuestros retoños. Después de sobreponernos al desorden, tuvimos que recuperarnos también del puñetazo lingüístico que allí nos esperaba y que reproducía, a escala doméstica, lo que Long había observado en las estanterías de Primark.

Este artículo es para quienes creen que “el azul para niño” y “el rosa para niña” están ya superados. Nada más lejos de la realidad. La vieja costumbre de encasillar a las personas en categorías estancas es ahora más sutil, pero precisamente por esto también más peligrosa.

El mecanismo segregador actual se encuentra, entre otros factores (imágenes, hechuras…), en el uso del idioma. El lenguaje es para los humanos como el agua para los peces. Vivimos inmersos en él. No notamos su presencia, pero determina en gran medida nuestra existencia y nuestra visión del mundo. Si ponemos colorante azul en la pecera, el pez verá el mundo azul. Si lo ponemos rosa, lo verá rosa.

Eso es lo que el lenguaje de las camisetas está haciendo con nuestros jóvenes, de manera silenciosa, pero sistemática. Al menos eso es lo que descubrimos al analizar 632 camisetas de las colecciones en vigor y los avances de temporada de marcas como Mayoral, Mango, Zara, H&M, Benetton, Charanga, Gocco, Hilfiger, Ikks, Ralph Lauren, Armani, Dior, Gucci, Hugo Boss, Karl Lagerfeld, Moschino, Kenzo y Stella McCartney, incluyendo diferentes nacionalidades y gamas de precios.

Dime cuántas palabras hay en una camiseta y te diré si es de chica o de chico

Primera sorpresa. Las camisetas de niños con texto son en general más abundantes que las de niñas (360 vs. 272).

Una camiseta para niña que contiene un animal, simplemente se lo muestra. Si es para niño, le ofrece información y datos sobre él. Si nos fijamos en las prendas con oraciones y, por tanto, pensamientos complejos, o con más de tres unidades lingüísticas (onomatopeyas, palabras, sintagmas) se abre un abismo: las dirigidas a niñas son menos de la mitad (104 vs. 210) Aún tratando sobre un mismo tema, la tendencia es a incluir mucho más texto en la versión masculina.

Comparativa de texto en camisetas femeninas y masculinas.

Retamos a los lectores a encontrar camisetas de niña que contengan algo parecido a los tratados de matemáticas, zoología, astronomía o autoayuda que se pueden observar en las diseñadas para niños:

Varias camisetas en las que se observa mucho texto para niños.

¿Será que las niñas no saben leer? Las estadísticas dicen lo contrario: ellas obtienen mejores resultados tanto en primaria como en secundaria y bachillerato. Entonces ¿por qué se les priva del lenguaje y de la información en sus camisetas? ¿Se presupone que no están interesadas en aprender? El input lingüístico no es irrelevante en términos de desarrollo cognitivo y social como han puesto de manifiesto múltiples disciplinas.

Voz y acción, pero solo para los chicos

Sabemos que además de ser una herramienta de comunicación y un vehículo de expresión de nuestros sentimientos, el lenguaje tiene otra función tan importante o más que las anteriores: mediante la palabra también podemos empujar a otras personas a la acción.

Las camisetas analizadas contienen frases inspiradoras y motivadoras, como consejos, sugerencias y peticiones, pero nuevamente sorprende su distribución según el género.

Las sugerencias y consejos –actos que buscan movilizar al oyente en su propio beneficio– aparecen mayoritariamente en las camisetas de los chicos y esporádicamente en las de las chicas (91 vs 24). Les invitan a “explorar” (Let’s explore), a “disfrutar” (Enjoy the vibes), a “ser auténticos” (True to yourself), a “esforzarse” (Push yourself), a “vivir más sin preocuparse” (Live more, worry less), etc.

A ellas en cambio se les reserva otro tipo de acto lingüístico: las peticiones, que también invitan a la acción y movilizan al oyente. Eso sí, en beneficio de terceras personas, raramente en el suyo propio: Grow kindness, “Sé amable”; Share the love, “Comparte el amor”.

Por eso, mientras ellos se “crean su propio futuro” (Create your own future), ellas lo hacen para otros (Inspire others and let’s make the future fantastic, “Inspira a otros y construye un futuro fantástico”).

Consejos para ellos, peticiones para ellas.

Mediante el lenguaje también podemos afirmarnos como individuos y manifestar nuestra autoestima. Mensajes como A better me is coming (“Mi mejor yo está aún por llegar”), I’m the future (“Yo soy el futuro”) o I’m ok with this look (“Me gusta mi look”) aparecen en las camisetas que dan voz a los niños más a menudo que en las de las niñas.

Pero hay más: las camisetas femeninas tienden a omitir el uso del pronombre personal en primera persona (Happier than ever, “Más feliz que nunca”), usan plurales genéricos (We ride to fly, “Cabalgamos para volar”) o incluyen significados que poco aportan a la creación de una identidad acorde a los retos que estas niñas encontrarán en su futuro (I’m a unicorn, “Soy un unicornio”).

A las chicas se les tacha habitualmente de presumidas, pero está claro que en nuestra sociedad, o al menos en sus camisetas, presumir no es de chicas.

Autoafirmación en primera persona masculina frente a borrado femenino.

Los chicos con las chicas tienen que estar… ¿seguro?

Así empezaba una conocida canción de Los Bravos allá por el año 1967. Han pasado varias décadas y guateques desde entonces y se podría pensar que en el siglo XXI los nietos de aquellos jóvenes no tendrían limitaciones y podrían compartir emociones, profesiones y deportes.

Al parecer en las camisetas… no.

Aunque parezca mentira, todos los grandes “temas” de la humanidad –el devenir de la vida, los anhelos, el individuo, la sociedad, las emociones…– se encuentran impresos en estas prendas de ropa. Sin embargo, el desarrollo de esta filosofía existencial camisetera no es tan igualitaria como podría parecer.

Para Moschino, las chicas no hacen deporte; son las animadoras que vitorean a los jugadores de baloncesto. Según Benetton, viajar por el espacio gusta pero por separado: ellas van a la Luna a soñar y ellos, a Marte a explorar en condiciones extremas. En casi todas las colecciones aparece la naturaleza, pero las mariposas que revolotean, los perritos cuquis y las flores delicadas son para ellas, mientras que a ellos les van más los leones que rugen, los perros rockeros y los cactus espinosos.

Ellos rugen, ellas revolotean.

Podríamos seguir hasta el infinito y más allá pero lo más llamativo está por llegar: las actitudes y los valores que se proclaman ante la vida.

Aquí, en ambos sexos se utilizan metáforas tan cotidianas que pasan casi desapercibidas pero que, como buenos mecanismos cognitivos que son, nos sirven para entender conceptos, despiertan emociones y se “chivan” de lo que realmente pensamos.

En las camisetas, la vida puede ser un viaje, que algunos hacen en moto o skate (Ride and roll, “Sube y rueda”) y otras andando (Step by step, “Paso a paso”). También puede ser un lugar del que salir para vivir aventuras: a ellos les esperan para que las exploren (Adventure awaits, “La aventura espera”) y ellas esperan a ser llevadas en ese viaje de ida, pero con vuelta (Take me to the pastel moon and back, “Llévame a la Luna pastel y tráeme de vuelta”).

El tiempo se entiende como espacio: para ellos el futuro es una gran oportunidad y está delante (A better me is coming), para ellas el pasado es imprescindible y está detrás (Memories of sunshine in Paris, “Recuerdos del sol en París”). El tiempo es también un objeto que ellos manipulan (Design your tomorrow, “Diseña tu futuro”; The future is “stellar” mine, “El futuro es "estelarmente” mío") y que ellas, simplemente, tienen que conservar (Collect moments, “Colecciona momentos”).

¿Cómo lograrlo? Pues compartiendo valores –excelencia, positividad, amistad, constancia, disponibilidad– y sintiendo emociones –felicidad, miedo, amor–.

Todo lo bueno sabemos que metafóricamente se coloca arriba. Por eso, ellos, que ya están en la cima, aún tienen que seguir subiendo (Climbing challenge in the top of the world, “Reto de escalada en la cima del mundo”), mientras ellas han de soñar que llegarán (Dream, “Sueña”; Never give up, “Nunca te rindas”).

Para unos, lo “mejor” es lo diferente (Break the rules, “Rompe las reglas”). Se les anima a estar llenos de energía y listos para todo (Bring the action, “Trae la acción”), a centrarse en su verdad (Be you! True to yourself, “¡Sé tú mismo!”) y compartirla con sus colegas (dudes, buddies…) y a intentar no dar miedo (Savage wolf team, don’t fear me, “Equipo de lobos salvajes, no me teman”).

Para otras, lo bueno es lo que se hace sentir, por eso se les aconseja ser amables (Be kind), permanecer positivas (Stay paw-sitive) y tranquilas (Llamasté-yoga time); cuidar el outfit para parecer fantásticas (Life is not perfect but your outfit can be), intentar ser amigas de todo el mundo, porque son monísimas (Cute) y maravillosas (Marvellous) y, especialmente, fiarse de sus sentimientos (Listen to your heart). Al fin y al cabo la cabeza es para otras cosas (Head on the moon, “La cabeza en la Luna”) y ellas han venido a este mundo para irradiar alegría (Raised to shine, “Hecha para brillar”).

Esperamos que en este recorrido metafórico por los mensajes impresos en las camisetas se haya notado el desdoblamiento genérico, que lejos de ser inclusivo, discurre literalmente por mundos paralelos donde a unos se les instruye en egoísmo y hedonismo y a otras se las destina a la empatía y al sacrificio.

Si eres rico, todo lo anterior no se aplica… o casi

El sexismo con base lingüística en las camisetas es generalizado, pero algo de esperanza hay, aunque no esté al alcance de todos los bolsillos… Camisetas de diseño como las de Hilfinger o Gucci proclaman el amor para todes:

Amor de Hilfinger y Gucci.

Las firmas más caras y elitistas (Dior, Armani…) limitan generalmente su mensaje al nombre de marca, aunque a ellas se les suele poner el nombre completo del diseñador y a ellos el nombre de pila o sus iniciales.

Nombres femeninos, acrónimos masculinos y más.

En cualquier caso, estos matices, que a veces solo “sutilmente” saltan a la vista, como en las ocupaciones gatunas Gucci, son poca cosa en comparación con los claros sesgos sexistas observados en marcas dirigidas a consumidores con nivel adquisitivo medio o bajo.

Es más, marcas exclusivas como Kenzo suelen promocionar los mismos valores –optimismo y libertad– e incluso, en las camisetas de ellos, insistir en la ineludible complementariedad de ambos sexos. Algo que también surge, a veces, en las marcas de nivel intermedio como IKKS que abogan por una representación más activa y positiva de las niñas con mensajes de autoafirmación (Girls love rock too, “A las chicas también les gusta el rock”); y por la inclusión de los niños en mundos reservados a ellas (French lover, “Amante francés”; French surfereusse, “Surfista francesa”).

Naturaleza y optimismo según Kenzo.
León y leona de Kenzo.
Ikks, french lover y french surfereusse.

Del 11F al 8M y más allá

Hace unas semanas, con motivo del 11F, Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, la sociedad se volvía a escandalizar ante la falta de vocaciones científicas en las niñas. Como explica Pérez Iglesias, alrededor de los seis años las niñas comienzan a pensar que no son tan brillantes como los chicos y a evitar actividades que se consideran propias de personas inteligentes. Este artículo pretende dejar constancia de los sitios tan recónditos donde comienzan a gestarse estos estereotipos.

El lenguaje de las camisetas infantiles en pleno siglo XXI todavía encasilla por géneros, limita mentalmente a las niñas y reduce sus expectativas laborales y de ocio. Lo deseable es que puedan soñar con trabajar en cualquier ámbito –ser madres, paleontólogas o astronautas– y divertirse de cualquier forma –haciendo skate, escalada o jugando a las cocinitas–. Pero no nos olvidemos de que el 11F y el 8M no son solo para ellas, sino también para que ellos amplíen sus mundos en la dirección opuesta, realizando acciones más “de chica” como las que nos muestran las camisetas.

El 8M, más allá de retóricas biensonantes y desgastadas, necesitamos descender a lo cotidiano. Decía Wittgenstein que “los límites de mi lenguaje son los límites de mi mente”.

No lo olvidemos. Leamos los mensajes de las camisetas antes de comprarlas. Quizás una acción tan insignificante pueda abrir horizontes en los que practicar, de verdad, eso que decían Los Bravos de que todos juntos –niñas, niños, niñes, niñ@s, niñxs– y revueltos puedan cantar y bailar.The Conversation

Lorena Pérez Hernández, Profesora Titular de Filología Inglesa. Lingüística cognitiva, Universidad de La Rioja and Iraide Ibarretxe-Antuñano, Catedrática de Lingüística General., Universidad de Zaragoza

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

Saturday, 5 February 2022

Benidorm Fest: el lenguaje, los culos, las tetas y el corazón

Benidorm Fest: el lenguaje, los culos, las tetas y el corazón

Rigoberta Bandini y su teta gigante, en la actuación del Benidorm Fest. RTVE
Lorena Pérez Hernández, Universidad de La Rioja

Las tres canciones finalistas del Benidorm Fest más populares ofrecen tres representaciones muy diversas de la mujer y un excelente material para entender cómo el lenguaje puede dirigir nuestro pensamiento hacia una determinada realidad de las muchas que conforman el mundo o, incluso, crear nuevos mundos posibles. Un análisis de sus letras en torno a varios conceptos clave de la lingüística cognitiva –metáfora, metonimia y marcos conceptuales– puede ayudarnos también a comprender las reacciones tan viscerales que ha despertado el resultado final del festival.

El “boom boom

“¿Qué es el ”boom boom“ de la canción ganadora?”, le pregunto a mi hija adolescente. “Qué tonterías preguntas, mamá. Pues un culo”. Sin embargo, el diccionario de la RAE no recoge “trasero” como significado de “boom boom”. Tampoco en inglés, de dónde hemos tomado la palabra, tiene ese significado entre las acepciones incluidas en el Cambridge Dictionary. La lingüística cognitiva explica que “boom boom” se entiende con el sentido de “culo” gracias a una metonimia situacional.

La palabra “metonimia” surge de la unión de dos vocablos griegos: μετ– (meta-) o “más allá”, y ονομαζειν (onomazein) que significa “nombrar”, es decir, “dar otro nombre”. Ese nuevo nombre se toma de algún elemento que forma parte del mismo dominio conceptual del objeto que se pretende renombrar. Todos tenemos en mente escenas en las que una persona baila al ritmo de un sonido del tipo “boom boom” moviendo su trasero acompasadamente. Metonimia: la parte por la parte. Tomamos un elemento de esa situación (el “boom boom”) para referirnos a otro elemento de la misma escena (el culo que se mueve a su ritmo).

Sigo analizando la palabra con mi hija. “¿Y cómo te imaginas ese trasero?”. “Grande, inmenso”, contesta, dibujando dos círculos en el aire con sus manos. La mayoría de los hablantes estaría de acuerdo con su interpretación. De nuevo, nada en el significado de la palabra “boom boom” incluye el concepto de tamaño. El simbolismo fonético, sin embargo, nos reveló hace ya tiempo que los sonidos también significan. Vocales como [u], [o] y [a] activan en nuestra mente objetos grandes, mientras que otras como [e] o [i] nos hacen pensar en cosas pequeñas. Desde luego no es lo mismo “mi boom boom” que “mi biim biim”.

Tenemos así una canción que evoca, mediante una extensión metonímica y una pequeña dosis de simbolismo fonético, un gran culo femenino. Hasta aquí no habría nada muy diferente de la letra de la canción que quedó en segundo lugar, que se refiere a otra parte de la anatomía femenina, en este caso de manera literal (las tetas), o de la tercera, que pone el foco en las manos y el corazón. Lo que ha exaltado a mucha gente no es la imagen de un gran trasero moviéndose al ritmo de la música, sino el hecho de que ese culo, de nuevo mediante una metonimia o sinécdoque (la parte por el todo en este caso), representa a una mujer cuyo éxito en la vida parece depender únicamente de su hipersexualización.

Las palabras adoptan su verdadero significado gracias a los marcos conceptuales en los que se las coloca. Como decía John R. Firth, uno de los lingüistas más relevantes del siglo XX, “conocerás a una palabra por su compañía”. El “boom boom” de la canción de Chanel va acompañado, entre otros, por anglicismos como “monetary” y “daddy”. Los marcos conceptuales que activan estas palabras en el contexto de la canción incluyen “las relaciones sexuales entre hombres maduros y chicas jóvenes” y “el intercambio de favores sexuales a cambio de dinero”.

Mi hija adolescente me puntualiza que en su generación el término “daddy” no siempre es ya sinónimo de “sugar daddy” (hombre maduro y adinerado). El lenguaje evoluciona muy rápido entre los jóvenes… Parece que actualmente se usa también para referirse simplemente a un colega con el que se mantiene una relación sentimental. Lo que ignora mi hija es que, en cualquier caso, al usar “daddy” con su nuevo sentido, la palabra sigue manteniendo su significado original (hombre adulto-padre). Es lo que en lingüística denominamos “significado reflejo”. En palabras polisémicas, con varios significados, por debajo de las nuevas acepciones a menudo sigue latente la original, activándose silenciosamente en nuestra mente, influyendo en nuestra forma de ver la realidad sin que seamos siquiera conscientes de ello.

El lenguaje de la canción nos lleva así a un mundo misógino, sexualizado y sexista en el que el éxito de la mujer depende de su capacidad para volver locos a los “daddies”. Sin entrar en un análisis multimodal de la actuación, esta imagen queda resaltada también por los aspectos visuales de la puesta en escena y el propio ritmo de la música. La representación de la mujer en estos términos explica que una parte de la audiencia haya cuestionado el triunfo de esta canción en el festival y su elección para representar a España en Eurovisión.

Las tetas

Ay mamá, la canción de Rigoberta Bandini que ocupó el segundo puesto en la final, también toma una parte de la anatomía femenina como su tema central. En este caso lo hace de manera literal, llamándolo por su nombre (teta, pecho), lo que a primera vista podría resultar más transgresor que referirse al trasero femenino de manera indirecta como el “boom boom”.

Pero si analizamos con atención la “compañía” de las palabras “teta” y “pecho” en la canción de Bandini, observamos que el encuadre es muy diferente. La canción activa, de forma más o menos explícita, marcos conceptuales como el de la crianza (“a ti que siempre tienes caldo en la nevera”), la fertilidad (“tú que has sangrado tantos meses de tu vida”), el parto (“tú que amarraste bien tu cuerpo a mi cabeza”), la libertad (“sacando un pecho fuera al puro estilo Delacroix”) y el miedo (“no sé por qué dan tanto miedo nuestras tetas”). La canción reivindica los pechos de la mujer como símbolo de la maternidad, la libertad, la lucha y la sensación de falta de seguridad física que aún, en pleno siglo XXI, sigue acechando a la mujer y obligándola a ocultar una parte de su cuerpo para evitar su sexualización.

La puesta en escena de la canción enriquece aún más la representación de la mujer que nos quiere transmitir. El centro del escenario está ocupado por una gran teta en forma de globo terráqueo que nos ofrece un interesante ejemplo de interacción conceptual o combinación de varios mecanismos cognitivos en la creación de significado. La teta representa a la mujer (metonimia de la parte por el todo nuevamente), pero al mismo tiempo, con una hipérbole visual, dirige nuestra interpretación hacia el pecho como metáfora del mundo, resaltando así la importancia de la mujer para la humanidad.

Rigoberta Bandini ha creado con el lenguaje verbal y visual de su canción una nueva realidad: se puede cantar y hablar de tetas y pechos abiertamente sin necesidad de activar el marco conceptual del sexo. La canción ha sido percibida como un homenaje intergeneracional a las madres y a las mujeres, generando emociones y sentimientos atávicos sobre la importancia de las mujeres para la humanidad que han conectado fácilmente con una gran parte de la audiencia. Todo ello puede explicar, en parte, el éxito de una canción probablemente llamada a convertirse en un himno.

El corazón y las manos

El motivo de la pandereta es el eje sobre el que se articula la canción de las Tanxugueiras, que quedó en el tercer puesto, siendo, sin embargo, la ganadora del voto popular. Es quizás ésta la canción más compleja en relación a su semántica, con dos planos bien diferenciados: el literal, que reivindica un mundo más inclusivo (“no hay fronteras”) y el simbólico, que vuelve a activar, esta vez de forma implícita, conceptos y sentimientos tan básicos como los de mujer, amor y tradición.

El vídeo oficial nos ofrece la pauta para comprender su mensaje. La pandereta en el centro de la imagen representando, en una hermosa metáfora visual y auditiva, el latido de un corazón con raíces a modo de venas. “Coa pandeireta na man” (“con la pandereta en la mano”), las cantantes traen en sus manos un corazón enraizado en la tradición. Paralelamente, las manos que tocan la pandereta representan (metonimia de la parte por el todo una vez más), a esas mujeres gallegas, garantes de la tradición, que cantaban mientras trabajaban. Manos maternales (“con xeito das nosas nais”, “con el arte de nuestras madres”) que proveen y protegen, que acogen al que llega. La canción nos conecta con ideas tan básicas y universales como el latido de un corazón de mujer y, por extensión (otra metonimia), de todo el pueblo al que esas mujeres representan. La conexión emocional casi inconsciente, visceral, con esta canción es también inevitable.

De aquí a mayo

Tres canciones. Tres partes del cuerpo femenino (culo, tetas, corazón/manos) que simbolizan tres mundos femeninos posibles. Tres marcos conceptuales (sexo/materialismo, maternidad/lucha, acogimiento/tradición) que ofrecen imágenes muy diversas de una misma entidad. El lenguaje no es inocente. Las palabras que elegimos no solo describen la realidad, también la crean. De aquí a mayo habrá miles de adolescentes y adultos en España tatareando una canción que habla de una mujer objeto sexual que no tiene problemas “monetaries” porque es infalible con los “daddies”.

Sin embargo, muchos ciudadanos españoles prefieren encuadrar su realidad en otros marcos. Según ha hecho público RTVE, el 18,08 % del voto popular se decantó por un mundo en el que los pechos de la mujer simbolizan la libertad, la belleza y la humanidad. El 70,75 % eligieron sus manos como símbolo de la tradición y su corazón, enraizado, acogedor e inclusivo, en forma de pandereta. Solo un 3,97 % optó por una canción que muestra a la mujer como objeto sexual para representar a España en Eurovisión. Hay margen para la reflexión y, en el caso de las unidades y observatorios de igualdad de género, posiblemente también para la acción.The Conversation

Lorena Pérez Hernández, Profesora Titular de Filología Inglesa. Lingüística cognitiva, Universidad de La Rioja

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

Sunday, 2 January 2022

Marcos de pérdida y ganancia en el discurso de la pandemia

 

El lenguaje (verbal, multimodal) es como el aire que respiramos. Es nuestro medio. Al estar inmersos en él no somos conscientes de hasta qué punto influye en nuestro pensamiento.

La lingüística y las ciencias cognitivas llevan décadas analizando su uso como herramienta de persuasión. El chiste del cura fumador ilustra la influencia del lenguaje en nuestra toma de decisiones:

Un cura le pregunta al obispo si puede fumar mientras reza. El obispo le contesta tajantemente que no. Al día siguiente, el cura ve a un seminarista fumando mientras reza y le afea su comportamiento, preguntándole si ha pedido permiso. El seminarista le contesta que sí: “Le pregunté al obispo si podía rezar mientras fumaba y me contestó que por supuesto, que cualquier momento es bueno para rezar”.

La misma acción, presentada desde dos encuadres diferentes, motiva reacciones opuestas. Esto es lo que nos revela la Teoría del encuadre o de los marcos. La lingüística cognitiva ha analizado los marcos lingüísticos de la pandemia desde sus comienzos. Varios estudios han cuestionado, por ejemplo, que se abuse del marco de la guerra para hablar de la lucha contra la COVID.

¿Qué marcos se están usando en la actualidad? ¿Son los más efectivos?

Según crece la sexta ola, los gobiernos han incrementado las medidas de control para frenarla. Simultáneamente, el rechazo social aumenta. Incluso la publicidad refleja el hastío que producen en la gente.

Lo que da miedo

El anuncio navideño de Campofrío nos muestra a un triste Karra Elejalde aislado del mundo para evitar peligros, entre otros el coronavirus. Sin embargo, el testimonio de una superviviente del volcán de La Palma le motiva a volver a la vida social. Karra se da cuenta de que “lo que más acojona es que la vida es acojonante” y de que él se la estaba perdiendo…



Sin entrar en la pertinencia de un anuncio que parece animar a la relajación, lo cierto es que nos ofrece un buen material de reflexión. Nos motiva a pensar en la situación actual de la pandemia y en las posibilidades de éxito de las nuevas medidas de control. Pero sobre todo, nos permite explicar lo importante que puede ser manejar bien los marcos conceptuales para que la sociedad las acepte y sean efectivas.

La historia comienza con Karra siguiendo fielmente los consejos sanitarios para evitar el contagio. Pero el anuncio termina con el personaje volviendo a asumir riesgos a cambio de recuperar la felicidad. Nos vemos instantáneamente reflejados en él. Al inicio de la pandemia, nadie dudó en acatar las medidas de control: confinamientos, mascarillas, gel hidroalcohólico… Dos años después, muchas conversaciones cotidianas reproducen los sentimientos de Elejalde: “Este año no me quitan la Navidad…”, “Hay que vivir…”, “Pues estas fiestas nos juntamos sí o sí…”. A pesar de ómicron, de que podría escapar a las vacunas y de que los casos aumentan sin parar, la gente parece dispuesta a arriesgar.

¿Qué ha cambiado?

La variante ómicron nos ha devuelto a la casilla de salida. Pero el contexto actual, tras dos años de pandemia, es diferente y determina cómo reaccionamos.

Hay dos adjetivos que vertebran el anuncio: acojonado y acojonante. Cada uno se corresponde con un marco mental: el de pérdida y el de ganancia. Curiosamente, los psicólogos Tversky y Kahneman demostraron que tendemos a evitar el riesgo si nos encontramos en un marco de ganancias. Por el contrario, si experimentamos un contexto de pérdidas, lo asumimos.

En el inicio de la pandemia veníamos de un marco de ganancias. Teníamos nuestra vida, nuestras rutinas, nuestras vacaciones y pequeños vicios. En ese encuadre positivo (acojonante) nadie dudó en actuar para evitar el riesgo y mantener las ganancias. Todos aceptamos las restricciones impuestas por las autoridades.

Ahora el marco es muy diferente. Mucha gente ha perdido su trabajo, a sus seres queridos, su salud… Todos hemos perdido parte de nuestra libertad, nuestra tranquilidad… Estamos en un marco de pérdidas. En esta situación tendemos a arriesgar porque, como dice el refrán, de perdidos, al río. Eso hace Karra y eso es lo que las conversaciones a pie de calle nos sugieren que la sociedad hará esta Navidad.

En un marco de pérdidas, las nuevas medidas de control chocan contra la tendencia natural al riesgo de quien va perdiendo la partida. Quizás por ello, como percibimos en la calle y leemos en los periódicos, la oposición hacia ellas está aumentando.

¿Y ahora cómo nos comunicamos?

El lenguaje permite crear nuevas realidades. Como el seminarista del chiste, podemos usarlo para influir en las reacciones de la gente. Si queremos que sean efectivas, las nuevas medidas de control del virus –tan necesarias– tienen que comunicarse desde marcos apropiados. Pero ¿cuáles se están utilizando?

En general, los mensajes institucionales están dibujando un marco de pérdidas al que ligan la necesidad de adoptar medidas adicionales. Nos piden que nos vacunemos porque llega otra ola, porque ómicron puede escapar a las vacunas, porque sube la incidencia, porque las UCIs se llenan… Nos sitúan en un marco casi exclusivamente negativo en el que nos sentimos acojonados. Su objetivo es apelar a nuestra razón. Pero en una situación de pérdida, también perdemos el miedo al riesgo y lo que hacemos es buscar alguna ganancia –por pequeña que sea–, como cenar con la familia y los amigos en navidad.

Por eso es importante diseñar campañas con marcos positivos, de ganancias. Porque entonces sí estaremos dispuestos a evitar riesgos para evitar también nuevas pérdidas.

Es necesario subrayar todo lo que hemos conseguido durante los últimos meses. Hay que enfatizar todas las parcelas de nuestras vidas que hemos podido recuperar. Hay que recordar todas las vidas salvadas por el uso continuado de las mascarillas y por las vacunas. Gracias a estas y otras medidas (ventilación en los colegios, medidores de CO2, uso de terrazas), hoy podemos tomarnos un café con los amigos, celebrar los cumpleaños de nuestros hijos, visitar a nuestros abuelos, viajar, asistir a clases presenciales…

Las recomendaciones de uso de mascarillas, distancia, ventilación y vacunación han sufrido un desgaste natural con el paso del tiempo. La sociedad está cansada. Pero todas estas medidas son aún necesarias. Son esenciales. Si se formulan dentro del marco positivo de las ganancias que nos han traído, serán seguramente más fáciles de aceptar. Simplemente porque seremos conscientes de que aún tenemos muchas cosas buenas que conservar y disfrutar.

Karra lleva razón. Vivir es acojonante. Es necesario situar el discurso de la pandemia en este marco. Solo así querremos protegernos y evitar riesgos, porque desearemos seguir con vida.

Lorena Pérez Hernández

Artículo publicado en The Conversation (21/12/2021)

Citas sobre el lenguaje-T.S. Eliot

 “For last year's words belong to last year's language. And next year's words await another voice.”


T.S. Eliot

Citas sobre el lenguaje-San Mateo

Una palabra tuya  bastará para sanarle San Mateo 8,5-11